
El primero era muy deseado desde hacía tiempo. Siempre leí críticas (fiables) buenas de Lorrie Moore, pero me era difícil dar con cosas suyas. En las bibliotecas públicas o no había nada o estaban siempre en préstamo; en las librerías no encontraba.
Al Pie de la Escalera (Seix Barral) se plantó ante mí en unos grandes almacenes y ese mismo día comencé a leerlo (raro para mí. suelo dejarlos reposar bastante).
Ya han pasado casi dos meses y aún me queda un poso de él, de ese relato de un mundo gris en el que, seguro, ocurren más veces historias como la de la familia snob y caprichosa que decide adoptar para completar su idea de pareja perfecta. También habrá más estudiantes babysitters que asistan, estupefactas, al modo de vida de estas familias y también, desgraciadamente, hay muchas Emmie que son manejadas como mercancía en un farragoso entramado de burocracia e insensibilidad que arrastra consigo a todas aquellas personas que sí se involucran, como son las familias de acogida temporal y alguna que otra asistente social.
Al Pie de la Escalera es una novela magnífica que quizá te cuente cosas que ya sospechabas, o que ya conocías, pero de un modo que no podrías imaginar, como tampoco yo podía imaginar que después de tanto tiempo aún la iba a llevar dentro.
Donde Nada Florece (Circe), de la alemana nacida en Shangai Ingrid Noll, fue el segundo que

De esta autora había leído la colección de relatos Falsas Lenguas. Es novela negra pero tan teñida de ironía que más bien es de un negro pardusco. Me encantan sobre todo los personajes femeninos de esta autora, como la Ania de esta novela. Es de esas malas geniales. Es envidiosa, rencorosa, vengativa, pero aún así te cae bien e incluso la llegas a excusar. Me hace soltar carcajadas muchas veces, pero es que me va el humor negro...
Empiezas a leer a la Noll y no puedes parar porque te preguntas "a ver en qué para todo" ya que en la parte central siempre parece que ha llegado la calma total y, después ese agua estancada, se convierte en un torrente que te deja boquiabierta al final de la lectura.
Muy diferente a la de Moore. Nada que ver, pero ambas me han gustado y me he decidido a repetir tanto con la primera, de la que he comprado Pájaros de América (colección de relatos), como con la segunda de la que ya tengo la novela Malos Hermanos.
Éstas sí que reposarán un tiempo, que ahora tengo entre manos La felicidad de los Ogros de Daniel Pennac.