LIBROS EN EL PARAÍSO (II)

sábado, 28 de septiembre de 2013

Así comenzó todo,en nuestro primer día de vacaciones en el paraíso del que ya os he hablado en el anterior post.
Día 1:
Cuando bajábamos a desayunar vimos que alguien parecía haberse dejado olvidado A Casual Vacancy de JK Rowling encima de una mesa de mimbre verde que había en el rellano junto a uno de los ascensores panorámicos del hotel. Lo reconocí por su portada porque desde luego el título era ininteligible para nosotros al estar en un idioma que no conocemos.
Pasadas las horas allí seguía y nos planteamos por un momento bajarlo a recepción por si alguien lo reclamaba aunque al final decidimos dejarlo donde estaba no fuera a ser que su dueño en algún momento volviera tras sus pasos para recuperarlo. ¡Qué pena! -pensamos- pero nos sentimos más contentos al ver que al día siguiente ya no estaba. Ya ves qué bien habíamos hecho no tocándolo, dejándolo estar.
Después, como se puede ver, volvió el Rowling a ser abandonado (con más amiguitos esta vez).
Día 2 : En la misma mesa aparecen varios libros, los menos en inglés y los más en ruso. Ninguno en español. Pues no podían ser olvidos, alguien los dejaba adrede. Al subir de la playa volvimos por el otro ala del edificio y descubrimos que en todos los rellanos no sólo había libros abandonados en las mesitas sino que también revistas de moda, de corazón y cómic. Nos resultó muy divertido, así que aquí comienza nuestra labor detectivesca de intentar pillar con las manos en la masa a quien allí los deja aunque sospechamos que no se trata de una sola persona sino que, más bien, cada huésped, al terminar su lectura, la va dejando en la planta en la que se encuentra su habitación.
Día 3: De nuevo bajando a desayunar comprobamos que es la propia camarera de piso la que coloca sobre la mesa libros que han dejado los clientes en su habitación tras finalizar su estancia, ¡misterio resuelto!
Libros en varios idiomas como ya dije antes: inglés, italiano, ruso, alemán, francés, ¿húngaro? pero tan solo uno vimos en español a lo largo de nuestra estancia. Los libros aparecían y desaparecían de las mesas y se renovaban cada cierto tiempo y lo mismo sucedía con las revistas. En cuanto a géneros lo que más abundaba era la chick-lit, la novela rosa y estos negros de letra dorada que tanto leen los extranjeros en las playas (yo los llamo así  "negros con títulos en letras doradas en relieve ", suelen ser tochos de crímenes, espionaje...).
Nunca fue tan divertido subir y bajar en ascensor, no desde que inauguraron el Reina Sofía y probé por primera vez en mi vida un ascensor panorámico.
(Y pasan los días ...) Os preguntaréis si me beneficié de este "acto solidario" de adoptar  un libro abandonado y la respuesta es ....sí, pero debéis esperar a ver cual o cuáles  vinieron conmigo  a casa, a otro paraíso, el natural.
Más y más libros. El de Los Juegos del Hambre desapareció rápidamente pero volvió al cabo de unos días.
En alemán. Pinta de novela romántica (rosa)
 
Arriba chick Lit y abajo... ¿¿politíco-humorística??










Nota: Fotos de Miss Winnifred  (hubo muchos más pero llegó un momento en que ya no me apetecía seguir fotografiándolos)
Sobra decir, creo, que la imagen primera es un Botero (prestada de Google)

LIBROS EN EL PARAÍSO

domingo, 8 de septiembre de 2013

-¿Es aquí el paraíso?
-No, señorita. En la otra esquina

Es complicado saber por qué un libro que ansiábamos leer , finalmente se pasó varios años en la estantería a sabiendas de lo que lo íbamos a disfrutar. Este es uno de mis casos: El Paraíso en la otra esquina (2003) de Vargas Llosa . Volví a necesitarlo allá por junio y por ese mes tomé la decisión de reservarlo para mi viaje de vacaciones, uno entre los tres o cuatro que suelo llevar. Esperó pacientemente (cómo no) dos meses hasta partir junto con dos compañeros dentro de una maleta rumbo a un paraíso muy cercano, donde el ruido del oleaje acompañó su  exquisita y rica lectura.
Comienza con un capítulo de Flora Tristán en Auxerre en  1844. Madame La-Colére, como es conocida popularmente por su fuerte temperamento, está de paso en la ciudad francesa visitando obreros de distintos gremios para difundir sus ideas publicadas en La Unión Obrera, obra en la que recoge su sentir por la necesidad de unos derechos del trabajador para mejorar su penosa calidad de vida y condiciones en el trabajo . También visita autoridades en busca de apoyos y se suele encontrar con la puerta en las narices o con enfrentamientos verbales importantes. Flora Tristán , metida en un mundo absolutamente masculino, no ceja en su empeño, peores cosas le han tocado vivir, las que va recordando a lo largo de todo el libro: la temprana muerte de su padre, un marido maltratador, el fallecimiento de uno de sus hijos, la miseria que va y viene...Incorfonmista y luchadora, admirable, una mujer que tuvo que salir adelante y que luchó por algo que está casi del todo conseguido (o al menos en la teoría). 

En capítulos que alternan con los de su nieto Paul Gauguin, Flora pinta un panorama penoso  de la condición obrera allá por donde va, ya sea Francia o Inglaterra pero quizá es este último país el que la deja más abatida por las cosas tan deplorables que le toca presenciar y porque además ya guardaba unos recuerdos pésimos de su época en Albión como criada de los Spencer. Posteriormente a su estancia en Inglaterra predicando la igualdad social publicará Paseos por Londres.
Entre peregrinación y peregrinación decide viajar a Perú de donde es su familia paterna a pedir ayuda y a huir de su ex -marido que la persigue y ya la ha intentado matar de un tiro. Llega a Perú con una bala en el cuerpo que no le han podido sacar y se encuentra conque aunque es acogida por parte de su familia no tiene derecho ninguno sobre la herencia de su padre puesto que el matrimonio  con su madre no se consideró en su día legítimo. De la experiencia peruana surgirá Memorias de una Paria, donde no sólo habla de este hecho si no además de una sociedad también convulsa y corrupta en sus más altas esferas. Aquí no se libra nadie.

Cincuenta años más tarde estamos con su nieto Paul Gauguin (hijo de Aline, la chica más pequeña de Flora) en Tahití. Gauguín, "Koke" para los nativos, vive en Tahití. Ha abandonado todo en París para vivir su sueño de salvaje lejos de toda atadura convencional, para pintar primitivamente, sin la influencia del mundo industrial  occidental. Es también un inconfornista pero no de la talla humana de su abuela. Él abandona a su suerte a su mujer e hijos en París y lo pasan muy mal, teniendo que su mujer  ir a buscar refugio a su casa familiar en Dinamarca y posteriormente emigrando a Suecia donde malvivirán con los escasos ingresos de  sus trabajos de traducción y sus  clases particulares. A Paul Gauguin no le importa todo esto demasiado, ni nada que no sean su pintura y el empeoramiento de la sífilis de la que fue contagiado en la Martinica.
En cada capítulo Gauguin se nos presenta como alguien obsesionado por su trabajo y por su libertad allende los mares, lejos de la "Civilización", junto a mujeres nativas que tienen edad para ser sus hijas, algunas incluso más jóvenes. Es criticado por los pastores en misiones en las diferentes islas en las que llega a vivir, acusado de pederastia pero él hace oídos sordos a todo una vez más. Tiene más hijos , y tampoco va a ejercer como padre.
La narración tanto en los capítulos de Flora como en los del pintor impresionista, no es lineal si no llena de flashbacks .Recuerdos y momentos presentes se entrelazan y todo un zumbido de personajes de la época que pululan alrededor enriqueciendo más la historia.
Lo he disfrutado muchisimo tanto como los otros que he leído del Nobel: La Ciudad y los Perros, La tía Julia y el escribidor o La Fiesta del chivo.



El segundo libro que leí en mi particular paraíso vacacional fue La Mañana Debe Seguir Gris (1977) de la mejicana Silvia Molina. Este libro lo enseñé en el anterior post así que no sufría la condena al ostracismo del anterior. Digamos que lo tenía en mi bandeja de novedades...
Primero me acerqué a él por la portada (sobra decir por qué , ¿no?), no conocía a esta escritora y la opinión del librero que lo exponía en su estand de la Semana Negra me llevó a comprarlo.
En la década de los 70 una joven mejicana viaja a Londres para estudiar inglés y se quedará a vivir con una tía suya perteneciente a la alta sociedad. En la capital conocerá a otros jóvenes de su misma nacionalidad , con los que se  relacionará y también se enamorará del poeta mejicano José Carlos Becerra. Cuando ya ha decidido hablar con su tía e irse a vivir con él, este muere en un accidente de tráfico en Italia y quedan así truncadas sus ilusiones.
Podría ser una historia de amor de las que inundan todas las estanterías de todas y cada una de las librerías del mundo si no fuese por la manera exquisita, fresca e incluso graciosa en la que es contada...esa mezcla de Spanglish que de vez en cuando aparece con acento mejicano ("turistear", "gurnait", ja,ja) entre otras muchas cosas.
Maravillosa sorpresa.Realmente maravillosa.Seguiré buscando cosas de Silvia Molina.

Fotos: Miss Winnifred