BAD BOYS

domingo, 12 de mayo de 2013

Pasar por la biblioteca pública es lo que tiene, que ya puedes tener en casa cien libros sin leer o ya puedes estar enfrascada terminando algo que te está gustando, que ves en la mesa de novedades algo que llama tu atención y no puedes resistirte a dejarlo allí,  a pesar de que pueda esperar a que le llegue su momento sin temor a que caduque, a que se volatilice o qué sé yo... Esto no es la primera vez que me pasa , ni la decimotercera y no será la última, que me conozco.
Bien , pues el intruso que llegó a casa en la misma bolsa que el pan fue Abajo el Colejio. Sí, tal cual , y no penséis que se me ha colado una falta de ortografía, es que es así en su primera edición en España, una traducción de Kirmen Uribe que pasa la escritura de un niño británico , repleta de fallos de spelling a un castellano que cuesta leer sin que te duelan los ojos durante las primeras páginas (de tan cuajadas que van de errores ortográficos). Enorme labor la del traductor aquí, durante la lectura no dejé de pensar en cómo esto o aquello iría en su original y en cómo a Uribe se le fue ocurriendo meter las faltas acá o allá en nuestro idioma. Interesante.
Más allá de la forma, paso al contenido: Nigel es un niño travieso donde los haya que está interno en un colegio y cuenta todo lo que por allí pasa , cual es su relación con las diferentes asignaturas, cómo son sus compañeros y demás.
Yo no pude para de reír cuando hablaba de los distintos tipos de profesores y especialmente con los que él llama entusiastas y que dice algo así que aunque te empeñes de pasar de la lección , al final, son tan duros y resistentes que te acaban enganchando. En fin, esto contado con gracia, vaya. Inicialmente fueron una serie de historias que aparecían en el Punch y que tuvieron mucho éxito en la década de los 40 y convirtió en muy populares no solo a sus personajes si no también a sus dos creadores Geoffrey Willans(periodista y escritor) y a Ronald Searle (dibujante). Parece ser que se compilaron en un total de tres volúmenes y que la editorial que los publica en España sacará próximamente el segundo.
Dejo aquí un fragmento con el que me reí de lo lindo, en el que Nigel opina sobre una de sus materias favoritas en el cole:
La religion es supertope porque en la biblia siempre están haciendo las cosas sangrientas que nos gustan tanto.
Por ejemplo está lo que cain hizo con su hermano abel y que me da una idea de lo que tengo que hacer con molesworth-2.
Abrahan intentó matar a su hijo pequeño isaac en una fogata. Lo habría hecho y lo habría hecho bien si no hubiera perdido la serenidad aunque sé que era una faena para el crío que no tenía ni idea de lo que su padre planeaba acerle.
David le dijo a Goliat tonto imbécil cara culo y le tiró un ladrillo a la cara. Goliat cayó al suelo atontado y nunca pudo perdonarle a david lo que le hizo después. David lo mató, claro.
Una mujer de hace mucho tiempo cuyo nombre no me acuerdo se cargó a un hombre con una estaca commo las que se usaban para montar las tiendas de campaña. Un asunto sucio. Lo hizo mientras él dormía. También es sucia la historia de cuando Saúl mandó a primera línea de combate a alguien con quien tenía un problemilla para que lo mataran, pero mi madre dice que esas cosas pasan todos los días. A mí me encantan estas historias tan sangrientas sobre todo las de los filisteos a los que siempre les daban pal pelo. De todas formas Sansón tiró el templo encima de la gentuza justo cuando el asunto empezaba a ponerse interesante de verdad. ¡Buuu, fuera Samuel!
Y siguiendo con niños traviesos, una semana después de terminar el anterior, me encontré con un breve tiempo de espera en una biblioteca (otra) y decidí leer uno más de la misma editorial que estaba en novedades infantiles : Max y Moritz - Una historieta en siete travesuras- de Wilhem Busch. Cuento popular alemán del siglo XVIII escrito en verso. Respeta las ilustraciones originales.
El final no es el final feliz habitual en un cuento infantil aunque por otra parte adecuado a la crueldad de los tiempos y los escasos miramientos que se tenían con los niños: no nos engañemos, que los enanitos de Blancanieves en realidad eran niños que bajaban a las minas en durísimas condiciones..., pero eso es ya otra historia.