In The Forest. Edna O'Brien

domingo, 30 de mayo de 2010


En In The Forest (2002) Edna O'Brien cuenta la historia real de una serie de asesinatos cometidos en 1994 en el condado irlandés de Co Clare por un joven de la zona .
Michen O'Kane (nombre fictício) es un niño que crece con miedo de un padre maltratador y que se tiene que enfrentar también a la muerte temprana de su madre, su única protectora. Una serie de malentendidos y desdichadas coincidencias le llevan a un reformatorio donde, lejos de salir"reformado", sale con graves taras mentales y con un odio exarcerbado contra, podríamos decir sin exagerar, la humanidad.
El bosque es el centro de la novela. Tiene una presencia importante ya desde su comienzo:
Woodland straddling two counties and several town-lands, a drowsy corpus of green, broken only where the odd pinehas struck up on its own, spindly, freakish, the stray twigs on either side branched, cruciform wise. In the interior the trapped wind gives off the rustle of a distant sea and the tall slender trunks of the spruces are so close together that the barks are a sable-brown, the light becoming darker and darker into the chamber of non-light.

Mitch ya se refugia en él cuando su madre, al ser golpeada por su padre, le grita que corra hacia el bosque para salvarse. Cuando ella muere hace casi de él su casa y graba allí su primera verdad: "Mi padre me odia, nadie me quiere, Dios me odia" (no es literal la cita, sorry). Más tarde es el lugar de los tres crímenes que comete: una joven, su hijo pequeño y el sacerdote del pueblo.
No todo es áspero y violento, Edna describe episodios que, aunque tristes, son también tiernos, como éste en el que al Mitch niño, ya en el reformatorio, se le quita por la fuerza el jersey que su madre le había tejido:
It smelt of his mother, and when he wore it, he could feel her soft hands and her kiss. He would not part with it. He would not raise his arms to have it pulled off. Brother Finbar dragged and dragged, then found a lose thread in the waistband and started ripping it… It was like his mother was being ripped up".

Estremece su lectura a pesar de que ya sepas su desenlace por adelantado. También me pasó leyendo A Sangre Fría (uno de mis must-read). Ambos comparten el estar basados en crímenes reales que sacudieron a toda una sociedad por la violencia y sinrazón de los hechos (si es que pudiese haber alguna jamás). También son similares en cuanto a estructura aunque en In The Forest el múltiple punto de vista está más expandido, y también en ésta novela hay capítulos mucho más breves que en la de Capote. Desde luego, para mí, hay una clarísima intención en esto: son pequeños fotogramas. Tienes que mirarlos todos y sacar tus conclusiones. La autora se muestra muy imparcial y te lo deja a ti: ¿Debemos sentir también lástima por el asesino?

Creo que no está en castellano y no sé si habrá alguna otra de sus muchas novelas traducidas, pero sí que el otro día ví en una librería su Byron in Love (2009) en nuestro idioma.
En casa aun tengo una de sus primeras novelas sin leer Girls in Their Married Bliss (1964). En breve.

Silencio...se lee

viernes, 28 de mayo de 2010




Innocence. Patrick Kavanagh (1904-1967)

sábado, 22 de mayo de 2010


La biografía del poeta irlandés Patrick Kavanagh guarda muchos parecidos con la de Miguel Hernández. Los dos tuvieron una infancia dura y, tras tener que dejar la escuela a temprana edad, tuvieron que dedicarse a ganarse el sustento como pastor en el caso de Hernández o como agricultor en el caso del irlandés.
El talento sobrevive y no se deja vencer ni por el hambre.

INNOCENCE
They laughed at one I loved-
The triangular hill that hung
Under the Big Forth. They said
That I was bounded by the whitethorn hedges
Of the little farm and did not know the world.
But I knew that love's doorway to life
Is the same doorway everywhere.
Ashamed of what I loved
I flung her from me and called her a ditch
Although she was smiling at me with violets.

But now I am back in her briary arms
The dew of an Indian Summer lies
On bleached potato-stalks
What age am I?

I do not know what age I am,
I am no mortal age;
I know nothing of women, Nothing of cities,
I cannot dieUnless I walk outside these whitethorn hedges.


Foto vía padronel.net

El Despertar. Kate Chopin

sábado, 15 de mayo de 2010

Kate Chopin (Missouri 1850-1904) ha estado en mi cuarto de atrás literario (memoria literaria) desde la primera vez que oí hablar de El Despertar hace ya años y al verlo en una librería de viejo (en español en la editorial Hiperión) me emocioné.Ya había casi perdido la esperanza de encontrarlo algún día (aunque fue comprarlo y verlo en dos ocasiones más y en inglés ...¿Ley de Murphy?)
Recuerdo que me habían contado que Edna Pontellier era una Madame Bovary, una adelantada a sus tiempos, una rompedora de esquemas tradicionales y convencionalismos, la protagonista de una novela que en la fecha de su publicación (1899) causó gran alboroto entre la crítica más polvorienta de la época, que tachó a la novela de "sórdida, vulgar, venenosa" y otras lindezas.
Claro que al empezar a leer parece costumbrista y reflejo de la sociedad acomodada, tú-me-visitas-yo-te-visito. Señora que cuida las flores de su jardín mientras las niñeras hacen su trabajo. Marido elegante y rico pero frío y distante. Pero después Mrs. Pontellier decide que la vida, así, no vale la pena, y comienza con pequeños desafíos (aunque en aquellos años eran verdaderos actos de rebelión) como el de no devolver las visitas. Luego pasa a mayores y se quiere independizar y retomar su pasión por el arte y sale de su letargo y se despierta:
Sí -dijo ella-. Los años pasados parecen un sueño, y si uno pudiera continuar durmiendo y soñando... pero despertar y encontrarse que... Bueno, tal vez, después de todo, sea mejor despertar, incluso para sufrir, que permanecer vícitima del engaño toda la vida.
Kate Chopin retrata muy bien la sociedad alta acomodada de la época . Ella misma formaba parte de ella y durante su matrimonio vivió en una de las ciudades sureñas más prósperas del momento como era San Louis. Se ve que la oportuinidad de vivir ese momento y de disponer de una vena creativa, la condujo a crear ese microcosmos (para mí claustrofóbico) que retrata en El Despertar.
Tras la muerte de Kate parece que se estudian más sus cuentos que sus novelas (tan sólo dos) ya que a los primeros se les concede mayor valor literario. Es en los años 30 es cuando resurgirán estudios y tesis que pondrán a esta novela en el merecido lugar que ocupa ahora.
Tras su lectura comencé Toda Pasión Apagada de Vita Sackville-West (Kent 1892-1962). Me encuentro con una prosa menos rígida y más rica pero con el mismo trasfondo. Aquí la protagonista es la anciana Lady Slane, que al quedarse viuda decide casi comenzar de nuevo. Por ser el ángel del hogar (término victoriano) también había dejado atrás una carrera como pintora. Recapacita y ve que su dedicación a la familia no ha dado frutos (sus hijos son unos egoístas). Se crea una vida a medida donde sólo ella y unos singulares amigos tienen cabida. Son sus últimos años y decide vivir como ella quiere. Muy interesante también.

(Foto de la primera edición The Awakening tomada de Kate Chopin.org)

American Beauty. Thomas Newman

domingo, 9 de mayo de 2010

El compositor Thomas Newman creó esta hipnotizante banda sonora para la magnífica American Beauty (1999) dirigida por Sam Mendes e interpretada por Kevin Spacey, Anette Benning y Thora Birch , entre otros.
Ganadora de varios oscar, entre ellos el de mejor película, no se llevó el de mejor banda sonora, que en esa edición le fue otorgado a la banda sonora de El Violín Rojo.
No importa: la película es magistral y la BSO le va como anillo al dedo.
Ayer volví a disfrutar de ella. No la había vuelto a ver desde su estreno y me hizo pensar en lo bien que retrata Mendes ese vacío de los residentes de urbanizaciones americanas (si no véase tembién Revolutionary Road), y en general el mundo de las falsas apariencias (no en vano American Beauty es una especialidad de rosa creada artificialmente para ser perfecta).
Aquí dejo el tema principal. No sé por qué pero me resulta inquietante escucharlo.