Las que siguen fueron algunas de las lecturas de la pasada primavera, lejos de casa.
El Amante Bilíngüe de Juan Marsé. Mi relación con Marsé viene ya de muy lejos. Comenzó durante mi adolescencia, cuando leí La Muchacha de las bragas de oro. Después llegaron Últimas tardes con Teresa, Si te dicen que caí y El embrujo de Shangay. Siempre le he sido fiel, tanto que creo que soy la única lectora capaz de hablar bien de La Muchacha de las Bragas de Oro. He leído a lo largo de estos años críticas atroces de ese premio Planeta setentero, si no me equivoco.
El Amante... es un libro que tenía en casa de una colección de kiosco de Planeta de Agostini en la que aparecían títulos de otros grandes de la literatura española tales como Ana Mª Matute. Siglos llevaba en la estantería pero sabía que estaba ahí por algo. No me desharé jamás de ninguna de sus novelas porque todas me complacen. Adoro su forma de escribir y no veo nada que flojee en sus historias. Se mantiene con sobresaliente de principio a fin. La historia de Marés, hombre que intenta reconquistar a su mujer después de que ésta le hubiese sido infiel, me conmovió y mucho, y de nuevo paseé Barcelona arriba y abajo con los personajes. Estupendo.
El Laberinto de las aceitunas de Eduardo Mendoza. Qué decir cuando ya nada más abrir por la primera página se te escapa una carcajada:
-Señores pasajeros, en nombre del comandante Flippo, que, por cierto, se incorpora hoy al servicio tras su reciente operación de cataratas, les damos la bienvenida a bordo del vuelo 404 con destino a Madrid y les deseamos un feliz viaje.
¡En esos momentos yo estaba esperando a que abrieran el embarque con destino a Madrid! Cruzamos los dedos para que no fuese un pariente de Flippo con el mismo problema de visión el que nos llevara a nuestro destino vacacional de Semana Santa.
Este es el cuarto libro de Mendoza que leo y creo que excepto Sin Noticias de Gurb (lo leí durante una convalecencia por gripe), todos los demás me los llevé de viaje, porque los tengo en bolsillo (Seix Barral) o por simple coincidencia, no sé realmente.
Historias de Londres de Enric González. Absolutamente recomendable para todos los amantes de Londres. Disfruté mucho leyendo estas crónicas del periodista catalán y sólo hubo una pequeña parte que me interesó menos que fue la que trata de la política del país. Me echo la culpa a mí misma: cada vez me interesan menos esas cuestiones, tanto si tratan de política internacional como doméstica, qué le vamos a hacer, nobody is perfect!
Todo lo que sé de novela negra de PD James. Siempre me ha resultado entrañable esta escritora, la veo muy maja y muy llana cuando la entrevistan. No he leído hasta el momento ninguna de sus novelas pero admiro sin embargo su trayectoria (ya parezco a aquella que dijo de Vargas LLosa: "no he leído nada suyo pero le sigo", ejem!).
Este libro me lo llevé prestado de la biblioteca y me resultó muy ameno y muy ilustrativo. Toca muchos puntos de ese género: autores, estilos, evolución de los subgéneros... Tomé notas y tengo lista de algunas cosas que iré buscando cuando me vaya a la pérfida Albion (encontré uno en la Semana Negra de Gijón pero, como siempre, muy caro). Lo dicho: muy, muy amena lectura.