Llovió Todo el Domingo. Philip Delerm

domingo, 28 de febrero de 2010

Arnold Spitzweg, alsaciano de origen y parisiense de adopción, es un sencillo empleado de Correos que, con el tiempo, ha aprendido a rellenar su soledad con el sabor de pequeños placeres que nos dan tregua en las inclemencias de la vida y logran hacernos, fugaz pero incuestionablemente, felices. A Spitzweg le gustan los comienzos de las novelas de Simenon, los aromas y los sabores de las brasseries, pasear a ciertas horas por París y viajar a las playas de Ostende, aunque solo sea por el placer de regresar. También mantiene un secreto idilio con una compañera de trabajo, pero trata de guardar las distancias con la pasión porque conoce las virtudes de la templanza. Por eso lleva una existencia deliberadamente contenida en los márgenes de lo anodino. Aún así, su melancólico hedonismo nos induce a plantearnos, en la vorágine diaria, el sentido real de cada uno de nuestros esfuerzos cotidianos.
Tusquets Editores (2000)

Philip Delerm (Auvers-Sur-Oise, 1950) es autor de más de diez libros de los que quizá el más conocido sea el superventas El Primer Trago de Cerveza.
En Llovió Todo el Domingo (1998) repite con la tesis de la importancia que tiene poder saborear las pequeñas cosas de la vida utilizando una escritura sensible pero carente de florituras.
Arnold es un personaje entrañable pero no ideal. Tiene defectos como todo ser humano y aunque en su vida no pase aparentemente nada sí que se ve, en ocasiones, envuelto en algún que otro pequeño conflicto en los que logra defenderse como gato panza arriba. No es ningún tonto.
Leer esta novela, al igual que leer El Primer Trago de Cerveza (1997), supone dar gracias por todas esas cositas que te rodean y que tantas veces no aprecias lo más mínimo. Te hace pasear por la vida durante un tiempo haciéndote cargo de todo lo que te rodea, a la vez que su existencia te resulta un bien único y especial. En resumen: de pronto lo ordinario adquiere la categoría de extraordinario.
La lectura es relajante. Te asomas a la vida del Sr. Spitwerg y hete aquí que incluso, a veces, te das cuenta de que compartes ciertas manías con el personaje como me ocurrió a mí leyendo ésto:
El Sr. Spitzweg gasta poquísimo en ropa. Pero casi cada año se compra un nuevo jersey de otoño.
-¿Cómo? ¿Ya va con jersey, Spitzweg?
Sí, a Arnold le gusta ponerse un jersey antes de lo normal, a veces sobre una camiseta...,esa sensación áspera en los antebrazos es deliciosa. El marrón, el chocolate, el verde cardo, el verde de Irlanda: los tonos del jersey se declinan en distintas tonalidades, siempre son los mismos en apariencia. Pero para Arnold cada vez es como si comprara un bosque nuevo. Un bosque mental en el que uno puede internarse en pleno corazón de París.
Ya puestos, renueva también su goma de borrar y su pluma. hace las compras para el nuevo curso , afanoso, entre los niños y las madres con prisas que van arramblando al azar los objetos de las listas escolares. Fuera, con aquella luz de septiembre, las calles están casi azuladas. Pero el Sr. Spitzweg está en otra parte. Estrena ropa, y comienza a acabar.


El libro lo compré una tarde de esas que paso desempolvando joyas en librerías de viejo. Uno de los(grandes y pequeños al tiempo) placeres de mi vida. Y ni que contar si encima consigo cosas como estas de Delerm.

3 comentarios:

lammermoor dijo...

Leí El primer trago de cerveza y me pareció un librito precioso, que nos recuerda que la felicidad está en las pequeñas cosas que muchas veces no apreciamos.
Seguro que este también es una delicia de leer.


(por cierto, a mí también me gusta tu nueva cabecera)

´´Saray´´ dijo...

Pasarse por tu blog es un ´´peligro´´ porque siempre descubro algún libro que tengo que leer como sea :) Me encanta la portada de éste por cierto y sobre lo que trata. Y la nueva cabecera del blog está genial (yo aún no he aprendido cómo poner cabeceras *snif*)

La prima de Audrey dijo...

Lammermoor: Sí, está también muy bien así que anímate!
Saray:el libro es bonito por fuera y por dentro. La portada a mí también me encantó.
Si te sirve de consuelo decirte que tengo ayuda técnica para el blog. Yo soy la "ideóloga" solamente. Saludos