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THE TALE OF BEATRIX POTTER de Margaret Lane

jueves, 1 de mayo de 2014

Aún recuerdo dónde vi por primera vez los cuentos de Beatrix Potter. Fue en una librería ya desaparecida donde siendo adolescentes solíamos comprar las lecturas obligatorias para el instituto en caso de estar demasiado solicitadas en la biblioteca de nuestro pueblo (como solía ser). Recuerdo también que estaban no en el escaparate sino dentro de la tienda y los veías nada más entrar y me enamoré de sus ilustraciones. Después pasó mucho, mucho tiempo y ya, desde hace un par de años, tengo sus cuentos completos en una edición exquisita que me regalaron por Reyes.
Por otro lado, la escritora como persona no me despertó interés hasta que vi la película Miss Potter, ahí fue cuando me gustaron ella y su trayectoria vital, más incluso que la profesional.
Pues bien, en The Tale of Beatrix Potter, la escritora inglesa Margaret Lane (1907-1994) nos retrata a la cuentista infantil desde los dos lados, tanto el de escritora e ilustradora como el humano, apoyándose en cartas, diarios y testimonios de la época. Una obra breve y muy buena, muy interesante, que incluye fotos y un manuscrito del primer cuento de Miss Potter: The Tale of Peter Rabbit con los bocetos originales de los dibujos que acompañan la historia.
Mi ejemplar precioso de los cuentos completos que fui leyendo a la vez que su biografía (second-hand de Londres de hace ya un tiempo). En la foto también el marcapáginas magnético que utilicé durante la lectura.
Beatrix es la mayor de los hermanos y vive con su  más que acomodada familia en un elegante barrio londinense. Su padre, a pesar de ser abogado de cierto renombre, renuncia a ejercer su profesión y vive de sus elevadas rentas y de las de su mujer y tiene como única ocupación acudir puntualmente cada día a los clubes de caballeros. La niña es educada en casa con una profesora mientras que su hermano estudia fuera y tiene ocasión de ver mundo. Ella es criada entre algodones en compañía de su madre, su abuela (de la que escuchará con agrado sus historias de juventud) y su  institutriz. Los inviernos son un aburrimiento, ni siquiera conoce Londres más alllá de su barrio, pero el verano es otra cosa: sus padres alquilan en Escocia cada año una casa para pasar la temporada de estío lejos de la urbe y rodeados de naturaleza. En el libro se cuenta como el aburrimiento pasa de ser de un género a otro resaltando que los únicos que no se aburren son los criados que acompañanan a la familia y que deben repetir día tra día la rutina de la mansión de la ciudad.
Esa monotonía llevan a la pequeña y a su hermano a salir al campo y observara los animales, los dibujan y en ocasiones ejercen de naturalistas amateurs, disecciónándolos cuando hay alguno muerto y estudiando su anatomía. Aquí surge la pasión por la naturaleza, la literatura llegara más tarde, cuando escribe cartas a un niño enfermo hijo de unos amigos de la familia, al que para distraerle le acompaña sus cartas con cuentos inventados por ella y con sus personajes dibujados y todo. El primero que le manda es The Tale of Peter  Rabbit, luego irán otras pequeñas piezas.
This passion for words and passion for writing which was so large a part of her secret life during adolescence was matched, even superseded, by the passion of drawing.
La oportunidad de publicar sus cuentos la llena de alegría y palía en cierta manera el rechazo que sufre por la sociedad científica cuando les ofrece sus trabajos sobre líquenes. Sus padres miran ese acontecimiento con recelo pues parece que la idea de una Beatrix independiente económicamente no les agrada. Poco a poco van saliendo sus cuentos, todos protagonizados por animales: erizos, ratones, cerditos,..., y entabla una muy  buena relación con sus editores, los Warner, incluso alguno de sus cuentos estaba dedicado a la pequeña sobrina de uno de ellos con el que estuvo a punto de casarse.
La tímida y reservada Beatriz logra su sueño cuando compra una granja (una de las varias con las que se hará a lo largo de su vida):
At one end of Sawrey village is a small inn, the Tower Bank Arms (which you may see in The Tale of Jemima Puddle- Duck) and immediately behind it, reached by a wicket gate in the high wall and a long sloping garden path (which appears several times in The Tale from Tom Kitten) there was the small, ordinary, roughcast and slate-roofed farmhouse, facing away from the village and over its own rick-yard and farm buildings to gently rising pasture crowned with woods [...] The buying of Hill Top farm was more, however, far more to Beatrix Potter than a speculation. It was a symbol, representing more than one smothered element in her nature.
Ya en edad madura (47 años) se casa con William Heelis, abogado de profesión con el que llevará una vida feliz durante unos años. Por desgracia llega la enfermedad de él y su temprana muerte. Mrs. Heelis, como la conocen los lugareños, es por entonces una granjera muy respetada que lucha  por la protección de todo el patrimonio rural de la zona, ganándose también el reconocimiento y el respeto de la National Trust.
Cuando fallece es ya una escritora de cuentos infantiles muy respetada que ha logrado su sueño de vivir en la naturaleza, con sus ovejas, educando ella misma sus propios perros ovejeros, que ya ha conocido el amor y también la independencia. Una mujer sensible, muy sensible, muy sensata y muy emprendedora.
NOTA: Esta foto es de un puesto que había en el mercado de Portobello Road esta pasada Semana Santa. No me pude resistir a hacer una foto a los ejemplares de los 60 de los cuentos de la Potter. Ese era el tamaño original de la primera edición: cuadrados y pequeños en tapa dura. Me traje uno, cómo no.
Aquí os dejo su primer cuento con audio VO.