
El primer libro de Dahl que se quedó en mi estantería fue ese pequeñito de historias seleccionadas titulado More Tales about the Unexpected. Fue un regalo de 1990 tan inesperado como el propio título. Contiene cuentos seleccionados de varias de sus colecciones y de entre ellas del libro que aparece en la foto al lado Someone like you que he comprado hace muy poquito en una librería de viejo.

Después llegó esta joya llamada The Roald Dahl Treasury.Es un tesoro tanto en lo formal como en su contenido pues va desde sus Rhymes hasta fragmentos de Matilda, pasando por su biografía (Boy+Going Solo). Por si fuera poco tuvo un precio más que asequible para el tipo de edición que es.

Un buen día "rescaté " del suelo del Rastro Boy, lleno de porquería . Por sólo un euro pude llevármelo a casa y después de una limpieza exhaustiva hizo las delicias de mis viajes en tren . Ahora voy a leer, en cuanto lo consiga, Going Solo, la segunda parte de su biografía.
El de al lado es Charlie and the Chocolate Factory, comprado un mes antes de estrenarse la película que tampoco me podía perder porque adoro la obra de Tim Burton. Me lo pasé pipa leyéndolo y también me puse un poco nostálgica porque a medida que pasaba las páginas caí en la cuenta de que lo había leído de cría pero en castellano . Era de la biblioteca de mi pueblo y un amigo me lo había recomendado así que unos cuantos pasamos por la biblio a dar la lata con "¿Y cuándo lo devuelven?". La película estuvo bien pero prefiero los umpalumpas de Dahl. Los de la peli eran un poco grimosos y repelentes.

Por último , los dos que aparecen a continuación son los que tenemos en castellano. Los dos son de Compactos Anagrama , una colección a precio asequible que tiene de casi todo y de calidad.
Me falta por leer El Gran Cambiazo ("Switch Bitch") que fue galardonado con el Gran Prix de l`Humour Noir.

Hace ya varios días terminé Matilda. Ade de Milibrería me dijo que le contase al acabarlo si me había gustado. Sí. Lo pasé muy bien leyéndolo a pesar de la pena que dan ciertas cosas en algunos momentos. El final es esperanzador y precioso y concuerda con la idea que yo tengo de lo que es la auténtica familia. Ojalá todos los niños desgraciados e incomprendidos del mundo pudiesen tener a una Miss Honey a su lado. Es delicioso, ingenioso, como todo lo que Roald Dhal escribió y sentí pena al devolverlo a la biblioteca a la que pertenecía . Algún día otro ejemplar acompañará a "sus hermanos" en mis estanterías.
Os dejo. Me voy a leer un rato .