Frank presenta las noticias en un canal local en Birmingham. Phil acaba de fallecer atropellado mientras practicaba jogging. Michael es una triste noticia del noticiario de Frank, que también había presentado Phil tiempo atrás. Frank siente compasión y curiosidad por personas que son halladas muertas en circunstancias personales de aislamiento social y familiar y que aparecen en el noticiario para el que trabaja.
De aquí parte la segunda novela de la británica Catherinne O'Flyn (Birmingham, 1970) publicada ahora en España por Seix Barral cuyo título original es The News where you are.
O'Flynn repite tema y estructura aunque no personajes ni argumento, claro. Digo repite pues en su día leí su primera novela Lo que perdimos de la que hablé aquí.
¿Qué asuntos vuelven a ser recurrentes? Las vidas marcadas por la soledad y por la pérdida de la juventud, de un ser querido o de la ilusión por estar vivo, simplemente (o no tan simplemente). La muerte con sus mil y un disfraces: fracaso personal, afectivo o profesional. Al final llegan un rayo de esperanza y la resignación ante las ausencias definitivas.
La estructura para mí es muy interesante. Domina el manejo de los flashbacks que utiliza con maestría para narrar episodios individuales de los personas ya desaparecidas además de otros sobre el pasado de personajes vivos (son muy bonitos los dedicados a la infancia de Francis/Frank).
Entre medias de esos capítulos encabezados por un nombre propio y por un fecha, va transcurriendo la acción: Frank descubre una foto de Phil y Michael de niños y comienza a indagar en la vida del segundo en busca de familiares o amigos que le puedan explicar el porqué de un fin tan solitario e inexplicable a la vez que le puedan aclarar qué relación pudo tener con su narcisista ex compañero de profesión. El protagonista hace por tanto de hilo conductor de toda la historia, historia llena de casualidades (nada forzadas) narrada en tercera persona. Por el camino se encuentra mucha soledad, un pasado que vuelve, frustraciones y recuerdos personales relacionados también con la soledad de un niño que no se siente querido por su padre, un hombre egoísta que sólo piensa en trascender gracias a sus obras como arquitecto. Al tiempo que derriban los edificios (no trascienden, no, quedan obsoletos) creados por el padre de Frank, se van derribando muchos otros muros de las vidas de los personajes de esta novela. Todo de manera muy sutil. Si fuese una tela sería terciopelo. Todo es suave aunque sea doloroso. En cambio, al final hay esperanza para algunos de ellos, quizá para quienes más se lo merecen, o al menos eso opino.
Me ha alegrado la publicación de una segunda novela de esta escritora británica, pues tal y como dije en el otro post de la primera, deseaba que O'Flynn no se quedase en autora de una única novela.
Hace tiempo navegando por Internet vi que salía a la venta en UK y casi cuando la iba a pedir vi que estaba entre las novedades de la biblioteca más cercana. La he leído en español y no dejo de pensar en los matices que me habré perdido. Le pondré remedio con la tercera novela ...
(Foto Birmingham station tomada de e-architect.co.uk)

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La vida en titulares. Catherine O'Flynn
domingo, 24 de julio de 2011
Publicado por Miss Winnifred a las 21:41LO QUE PERDIMOS . Catherine O'Flyn
sábado, 2 de mayo de 2009
Publicado por Miss Winnifred a las 14:39
Hace unos días terminé esta novela.Es estupenda aunque me haya dejado un halo de tristeza que no necesito y me incomoda. Me llamó la atención su portada (ver mi última entrada de "Lo que estoy leyendo ahora") de la niña con su mochila y su mono. No conocía en absoluto a la autora pero así y todo me acerqué a él pues el argumento me decía algo.
Como decía antes,me ha gustado mucho pero he de confesar que tras leer las primeras páginas tuve el mal presentimiento de que aquello iba a ser muy simplón. No way!
El argumento ,resumiendo brevemente, es el siguiente: una niña con mucha imaginación y muy observadora juega a ser detective animada por su padre. Un día desaparece y no se la vuelve a ver más. En el centro comercial de Green Oaks que ella frecuentaba es vista 20 años después por Kurt, uno de los guardas de seguridad. No es en absoluto una historia de fantasmas pero sí de ogros. El peor de ellos el centro comercial que devora y despersonaliza tanto a los que trabajan en él como a los que lo visitan. No hay esperanza pues crece y crece y va engullendo también los terrenos del viejo barrio que le rodea.
La estructura es estupenda. No lineal, se agrupa en capítulos encabezados por años que pasan por todas las décadas desde que Kate (la niña) comienza su juego hasta el momento en que todo llega a su fin.No hay orden cronológico y todo nos va siendo desvelado como en un caleidoscopio en el que cada cristalito de colores que aparece aporta algo nuevo a la imagen total.
Las voces son variadas: primera, tercera persona... Muchos personajes secundarios que se mantienen a lo largo de la historia como los padres de Kurt y otros que sólo aportan color con breves pero intensas pinceladas como son los compradores del centro: el borde , el hombre de la silla de ruedas, la adicta a las compras.
Finalmente todos pierden(de ahí el título) aunque quizá algunos ganen un poco y les quede un poco de esperanza al final del camino.
Primera novela de esta autora natural de Birmingham.Esperemos no sea autora de una única novela como ocurre en ocasiones. Me gustaría seguir leyendo más cosas suyas de ahora en adelante.
Si lees este libro y te gusta, también te gustará : Arlington Park de Rachel Cusk (Ed. Lumen)
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