+++Lecturas (I)

viernes, 29 de julio de 2011

Este año, algunas veces, por razones profesionales, he tenido que dedicarle más tiempo a la literatura española que a la inglesa, pero eso no quiere decir en absoluto que haya abandonado esta última ni por asomo.
Las que siguen fueron algunas de las lecturas de la pasada primavera, lejos de casa.

El Amante Bilíngüe de Juan Marsé. Mi relación con Marsé viene ya de muy lejos. Comenzó durante  mi adolescencia, cuando leí La Muchacha de las bragas de oro. Después llegaron Últimas tardes con Teresa, Si te dicen que caí y El embrujo de Shangay. Siempre le he sido fiel, tanto que creo que soy la única lectora capaz de hablar bien de La Muchacha de las Bragas de Oro. He leído a lo largo de estos años críticas atroces de ese premio Planeta setentero, si no me equivoco.
El Amante... es un libro que tenía en casa de una colección de kiosco de Planeta de Agostini en la que aparecían títulos de otros grandes de la literatura española tales como Ana Mª Matute. Siglos llevaba en la estantería pero sabía que estaba ahí por algo. No me desharé jamás de ninguna de sus novelas porque todas me complacen. Adoro su forma de escribir y no veo nada que flojee en sus historias. Se mantiene con sobresaliente de principio a fin. La historia de Marés, hombre que intenta reconquistar a su mujer después de que ésta le hubiese sido infiel, me conmovió y mucho, y de nuevo paseé Barcelona arriba y abajo con los personajes. Estupendo.

El Laberinto de las aceitunas de Eduardo Mendoza. Qué decir cuando ya nada más abrir por la primera página se te escapa una carcajada:

-Señores pasajeros, en nombre del comandante Flippo, que, por cierto, se incorpora hoy al servicio tras su reciente operación de cataratas, les damos la bienvenida a bordo del vuelo 404 con destino a Madrid y les deseamos un feliz viaje.

¡En esos momentos yo estaba esperando a que abrieran el embarque con destino a Madrid! Cruzamos los dedos para que no fuese un pariente de Flippo con el mismo problema de visión el que nos llevara a nuestro destino vacacional de Semana Santa.
Este es el cuarto libro de Mendoza que leo y creo que excepto Sin Noticias de Gurb (lo leí durante una convalecencia por gripe), todos los demás me los llevé de viaje, porque los tengo en bolsillo (Seix Barral) o por simple coincidencia, no sé realmente.

Historias de Londres de Enric González. Absolutamente recomendable para todos los amantes de Londres. Disfruté mucho leyendo estas crónicas del periodista catalán y sólo hubo una pequeña parte que me interesó menos que fue  la que trata de la política del país. Me echo la culpa a mí misma: cada vez me interesan menos esas cuestiones, tanto si  tratan de política internacional como doméstica, qué le vamos a hacer, nobody is perfect!


Todo lo que sé de novela negra de PD James. Siempre me ha resultado entrañable esta escritora, la veo muy maja y muy llana cuando la entrevistan. No he leído hasta el momento ninguna de sus novelas pero admiro sin embargo su trayectoria (ya parezco a  aquella que dijo de Vargas LLosa: "no he leído nada suyo pero le sigo", ejem!).
Este libro me lo llevé prestado de la biblioteca y me resultó muy ameno y muy ilustrativo. Toca muchos puntos de ese género: autores, estilos, evolución de los subgéneros... Tomé  notas y tengo lista de algunas cosas que iré buscando cuando me vaya a la pérfida Albion (encontré uno en la Semana Negra de Gijón pero, como siempre, muy caro). Lo dicho: muy, muy amena lectura.

La vida en titulares. Catherine O'Flynn

domingo, 24 de julio de 2011

Frank presenta las noticias en un canal local en Birmingham. Phil acaba de fallecer atropellado mientras practicaba jogging. Michael es una triste noticia del noticiario de Frank, que también había presentado Phil tiempo atrás. Frank siente compasión y curiosidad por personas que son halladas muertas en circunstancias personales de aislamiento social y familiar y que aparecen en el noticiario para el que trabaja.

De aquí parte la segunda novela de la británica Catherinne O'Flyn (Birmingham, 1970) publicada ahora en España por Seix Barral cuyo título original es The News where you are.
O'Flynn repite tema y estructura aunque no personajes ni argumento, claro. Digo repite pues en su día leí su primera novela Lo que perdimos de la que hablé aquí.
¿Qué asuntos  vuelven a ser recurrentes? Las  vidas marcadas por la soledad y por la pérdida de la juventud, de un ser querido o de la ilusión por estar vivo, simplemente (o no tan simplemente). La muerte con sus mil y un disfraces: fracaso personal, afectivo o profesional. Al final llegan un rayo de esperanza y la resignación ante las ausencias definitivas.
La estructura para mí es muy interesante. Domina el manejo de los flashbacks que utiliza con maestría para narrar episodios individuales de los personas ya desaparecidas  además  de otros sobre el pasado de personajes vivos (son muy bonitos los dedicados a la infancia de Francis/Frank).
Entre medias de esos capítulos encabezados por un nombre propio y por un fecha, va transcurriendo la acción: Frank descubre una foto de Phil y Michael de niños y comienza a indagar en la vida del segundo en busca de familiares o amigos que le puedan explicar el porqué de un fin tan solitario e inexplicable a la vez que le puedan aclarar qué relación pudo tener con su narcisista ex compañero de profesión. El protagonista hace por tanto de hilo conductor de toda la historia, historia llena de casualidades (nada forzadas) narrada en tercera persona. Por el camino se encuentra mucha soledad, un pasado que vuelve, frustraciones y recuerdos personales relacionados también con la soledad de un niño que no se siente querido por su padre, un hombre egoísta que sólo piensa en trascender gracias a sus obras como arquitecto. Al tiempo que derriban los edificios (no trascienden, no, quedan obsoletos) creados por el padre de Frank, se van derribando muchos otros muros de las vidas de los personajes de esta novela. Todo de manera muy sutil. Si fuese una tela sería terciopelo. Todo es suave aunque sea doloroso. En cambio, al final hay esperanza para algunos de ellos, quizá para quienes más se lo merecen, o al menos eso opino.

Me ha alegrado la publicación de una segunda novela de esta escritora británica, pues tal y como dije en el otro post de la primera, deseaba que O'Flynn no se quedase en autora de una única novela.
Hace tiempo navegando por Internet vi que salía a la venta en UK y casi cuando la iba a pedir vi que estaba entre las novedades de la biblioteca más cercana. La he leído en español y no dejo de pensar en los matices que me habré perdido. Le pondré remedio con la tercera novela ...

(Foto Birmingham station tomada de e-architect.co.uk)

"El Secuestro de Miss Blandish" - James Hadley Chase

martes, 19 de julio de 2011

De vez en cuando hago alguna incursión cautelosa en la novela negra. Lo de "cautelosa" va porque normalmente me llevo unos chascos que me hacen querer desistir del género de una vez para siempre y no quisiera que fuese así. El documentarme antes sobre lo que voy a leer tiene casi siempre sus frutos, pero son más jugosos aquellos que resultan unas veces del azar y otras de la intuición.
Con el libro que me ocupa sucede lo último. Andaba yo vagando por una de las librerías de segunda mano que suelo frecuentar cuando vi esta novela  en una estantería. Por lo poco que contaba atrás ("escrita por uno de los maestros de la novela negra...") y por su precio (3 euros) me la llevé para experimentar, una vez más. Es increíble pero lo tiene todo para ser ejemplo de lo que debe mostrar el género negro clásico: malos muy malos, corrupción por doquier, mujeres fatales (me las imagino con un tinte rubio platino y unos labios rojo fuego), alcohol, actividades clandestinas y muchas veces la palabra "maldito" en sus diálogos. Todo ello bien "mezclado", hilvanado por un autor con mucho oficio a pesar de encontrarse ante su primera novela, cuyo título original es No Orchids for Miss Blandish
James Hadley Chase (1905-1985) es el seudónimo de René Brabazar Raymond, de nacionalidad inglesa aunque situó todas y cada una de sus novelas en Estados Unidos. En alguna parte leí que le había influído muy positivamente para iniciar su carrera de escritor la lectura de James M. Cain (El Cartero siempre llama dos veces), en cambio en la contraportada de mi edición (Compactos Anagrama), dice que le influyó Faulkner. Creo más en lo primero y nada en lo segundo.
Desde luego que su maestro tuvo que ser un americano que cultivase el género y que además fuese bestseller en la época, igual que James lo llegaría a ser sin ir más lejos ya con ésta su primera novela.
Es indudable que sabía lo que se traía entre manos y que dominó a la perfección trama, argumento y personajes para obtener un cóctel a la moda en los tiempos de su publicación y, por qué no, para poder vivir de su escritura, ¿nos suena a algo? Me he ido por las ramas y seré más directa:  ¿por qué no situó la acción en una sociedad más conocida para él como era la británica, teniendo en cuenta que no llegó a pisar jamás suelo americano? ¿Por qué no dejar de lado posibles influencias y otras cosas del estilo y pensar que aún siendo británico sabía que lo que le permitiría publicar y vender masivamente sería escribir este tipo de obra a lo americano, sin más?
En realidad, ¿alguien sabe si fue así o de otra manera? Sólo lo sabe Mr. Chase y se lo ha llevado consigo.
Y todo esto para no contar nada de la novela, creo. Pues bien: una banda de desalmados y ociosos buscan algo que hacer con lo que sacar dinero y deciden secuestrar a una joven adinerada, pero la cosa se complica mucho y Miss Blandish no acabará en manos de esta banda que aparece al comienzo. Ritmo rápido, frenético y muchos muertos. Como en la ficción hard boiled, no queda ni el apuntador al final.
Los personajes están basados en personas reales, sobre las que pesa una parte de leyenda muy poderosa, me refiero en particular a la banda liderada por la sanguinaria Ma Grisson (hay más de una película sobre ellos).

Y hablando de películas: el otro día, cuando andaba yo pensando en preparar esta entrada, me quedé viendo en TCM Alma en Suplicio* ( Mildred Pearce es el título original), dirigida por Michael Curtiz. Estuvo estupenda. Cine negro del bueno con Joan Crawford. Descubrí que estaba basada en una novela de James M. Cain (casualidad) y que la han hecho recientemente serie de TV, protagonizada por Kate Winslet. ¡Qué cosas!

*ojo a las traducciones de "aquellos años" Oh, my God!

A Passage to India (1984). David Lean

sábado, 9 de julio de 2011

En mi videoteca se acumulan títulos, con su plástico sellado y todo, hasta que decido que ese es el día en el que tengo que ver tal película que lleva ya en el cajón un tiempo. Esto le ocurrió a Pasaje a la India de David Lean, justo el pasado fin de semana. No es de las que llevaba tiempo en mi casa, sin embargo...
Pasaje a la India está basada en la novela homónima escrita por el británico E. M. Forster y que fue publicada en 1924 (también a la espera de ser leída).
La acción gira en torno a cuatro personajes, aunque hay numerosos secundarios y gran cantidad de extras en escenas propias de un Lean casi tan inspirado como en Lawrence de Arabia, su obra maestra. La acción se desarrolla en los años 20, cuando empiezan a surgir las primeras revueltas por la independencia. En ese contexto, dos señoras británicas viajan a un país colonizado en el que invasor e invadido no se mezclan ni mantienen relación alguna, en cambio estas dos señoras, interpretadas por las magníficas Peggy Ashcroft (ganadora del oscar a mejos actriz de reparto) y Judy Davis,demuestran un gran interés por relacionarse con algún autóctono y con conocer de primera mano sus costumbres y su cultura. Algo nos dice que va a surgir en breve un conflicto y así ocurre. La más joven (Judy Davis) se siente subyugada por el erotismo latente en algunos de los iconos religiosos de la India, erotismo y sensualidad opuestos a unos mojigatos y rígidos preceptos morales de la época Victoriana en la que ha transcurrido su educación. Esto la transforma y la trastorna hasta crear el conflicto que estallará (y que no debo contar).
Hay más cosas: la película tiene muchas lecturas y personajes muy ricos. Me fascinó especialmente el interpretado por Alec Guiness. Decorados, música (oscar para Maurice Jarre), vestuario, etc., hacen que el largometraje de esta cinta te pase rápido y me haya dejado con ganas de leer la novela porque, seguramente, aún hay más. Muy recomendable.

Y hablando de la India y sin nada que ver con lo anterior(que absurdez la mía): estoy enganchada a la serie The Big Bang Theory que actualmente pasa la TNT. Es lo mejor que he visto en mucho tiempo: genial el guión, geniales los actores.. (uno de ellos, Kunal Nayyar, de origen Indio). En fin, todo. Muestra de como con media docena de decorados y un gran guión se puede crear una estupenda serie. La adoro. Además de seguirla en TNT , me he comprado ya las dos primeras temporadas para verlas por orden y disfrutar más.
¡¡Espero que tanto Big Bang no me convierta en una Sheldon!!No os digo más : no os perdáis las divertidas situaciones de tres doctores en física y un ingeniero, todos ellos con caracteres diferentes y al tiempo peculiares. No quiero olvidar a su antagonista, Penny, la vecina un tanto gorrona pero sufridora al tiempo.

http://www.youtube.com/watch?v=S-6-u-GR0D8&feature=related
(Penny y Sheldom en la lavandería)

Próximo post viene cargado de lecturas.